A finales de agosto y durante la primera semana de septiembre, emprendimos un increíble viaje desde Valencia hasta Helsinki con Baltic Air, haciendo una escala en Riga. Fue una experiencia única desde el primer momento. Al aterrizar en Helsinki, tomamos un tren súper adaptado para niños, ideal para los pequeños de la familia. Viajamos durante 10 horas hasta Rovaniemi, disfrutando de paisajes impresionantes y un trayecto cómodo.
Una vez en Rovaniemi, alquilamos un coche para dirigirnos hacia una zona cercana a Inari. Allí, nos alojamos durante tres días en una acogedora cabaña en medio del bosque, equipada con una sauna privada, lo que añadía un toque especial de relax. La tranquilidad del lugar era incomparable, y, para nuestra sorpresa, durante uno de nuestros paseos por la zona, descubrimos un yacimiento de oro, algo que no esperábamos y que hizo de la experiencia algo aún más memorable.
Una de las experiencias más mágicas del viaje fue durante las noches en Inari, donde tuvimos la suerte de contemplar las espectaculares auroras boreales. El cielo se iluminó con tonos verdes y violetas, creando un espectáculo natural que quedará grabado en nuestra memoria para siempre.
Después de esta inmersión en la naturaleza, regresamos a Rovaniemi, donde coincidimos con la Feria Internacional de Gastronomía. Fue el plan perfecto para disfrutar de sabores locales y descubrir nuevos productos. Además, no podíamos irnos sin visitar el famoso poblado de Santa Claus, una parada obligada para los que viajan a la región.
Desde Rovaniemi, tomamos un vuelo con escala en Helsinki hasta Tallin. Allí, aprovechamos para recorrer el centro histórico, con sus calles empedradas y edificios medievales que parecían sacados de un cuento.
El viaje continuó en autobús de primera clase desde Tallin hasta Riga. Este autobús estaba completamente equipado con pantallas individuales, baños y café gratis, lo que hizo del trayecto una experiencia muy cómoda. Al llegar a Riga, exploramos su encantador casco antiguo, lleno de historia y cultura.
Desde Riga, continuamos hacia Vilna, disfrutando también del ambiente histórico de la capital lituana. Finalmente, regresamos a Valencia, nuevamente con Baltic Air, haciendo escala en Riga.
Fue un viaje repleto de aventuras, descubrimientos y experiencias inolvidables, tanto en la naturaleza como en las ciudades, y la oportunidad de presenciar las auroras boreales en Inari fue, sin duda, el broche de oro.